Los síntomas de la ansiedad son múltiples. Se trata de una emoción que, cuando es intensa, afecta de forma muy significativa a tu calidad de vida. Para poder gestionarla, es necesario comprender el motivo por el que se presenta y encontrar formas de gestionarla para poder vivir de una forma más tranquila.
¿Sueles sentirte superado o irritable? ¿Sientes malestar físico y no acabas de entender qué te está pasando? ¿Tienes problemas de concentración, de memoria o no descansas bien?
En las búsquedas y redes, encontrarás múltiples publicaciones relacionadas con la descripción de los síntomas de la ansiedad. Se trata de una emoción que engloba infinitas sensaciones y pensamientos que pueden derivar, en más casos de los que nos podamos imaginar, en malestar físico, inseguridad y baja autoestima.
En esta entrada te presentaré algunos de los síntomas más comunes de la ansiedad. Te recomiendo que los tomes como una guía, algo que te ayude a pensar sobre si lo que tu sientes puede tener relación con esta emoción. Tal vez si la puedes conocer mejor, tu malestar tome otro rumbo o decidas pasar a la acción para gestionarla diferente.
Uno de los síntomas de la ansiedad por excelencia: la preocupación excesiva
La preocupación excesiva es uno de los síntomas de la ansiedad que con más intensidad se trabaja en los procesos de terapia.
Una vez identificada la emoción principal (ansiedad), se explora qué otras emociones están relacionadas o derivan de ella. Suelen estar muy presentes la emoción del miedo, de la frustración, el enfado, el estado de alerta, … así como una sensación muy presente de vulnerabilidad y falta de control en diferentes ámbitos de la vida.
Cuando se siente ansiedad, existe una tendencia a dedicar mucho tiempo a pensar sobre situaciones que pueden resultar una amenaza, que se anticipa pueden generar malestar, … todo ello, sin aportar estrategias de afrontamiento para superarlo, ya sea por uno mismo o pidiendo ayuda.
Esta preocupación se vive como muy real, intensa y es realmente molesta, ya que no permite a la persona poder desarrollarse en los diferentes ámbitos de su vida de una forma tranquila, segura y fluida.
Dificultad para concentrarse
Se trata de otro de los síntomas de la ansiedad principales. Se asocia a problemas de atención, lo que a su vez deriva en dificultades para recordar, memorizar, … puede existir la sensación de olvidarse a menudo de las cosas, de estar haciendo algo y no saber bien el motivo, … Aquí es muy común sentir que se funciona en lo que se conoce como “piloto automático”.
Algunos de los síntomas de la ansiedad pueden ser físicos
La ansiedad es una emoción y, como cualquier emoción, una parte de su expresión se produce a partir de síntomas o manifestaciones físicas. En el caso de la ansiedad, son múltiples. No es habitual que se presenten todos, sino que cada persona suele expresarla a partir de algunos de ellos.
Algunos de los síntomas de la ansiedad de tipo físico más comunes son:
- Palpitaciones o taquicardia, como sensación de latidos acelerados del corazón o corazón palpitante
- Respiración rápida, dificultad para respirar, hiperventilación o sensación de falta de aire
- Sudoración excesiva, sudor frío o transpiración inusual
- Temblores o sacudidas, temblores en las manos o en todo el cuerpo
- Sensación de opresión o dolor en el pecho
- Mareos, sensación de desmayo o sensación de inestabilidad
- Náuseas, problemas digestivos o malestar estomacal
- Tensión, rigidez o dolores musculares
- Fatiga o cansancio extremo, sensación de agotamiento o cansancio persistente
Síntomas de la ansiedad asociadas al descanso
Cuando la emoción de la ansiedad está muy presente, la activación física y mental suele ser alta. Por ello, es muy común presentar problemas a la hora de conciliar o mantener el sueño o sensación de no descansar lo que uno necesitaría.
Estas dificultades derivan en otras dificultades que hemos comentado anteriormente. Esto sucede porque la falta de sueño adecuado afecta negativamente las funciones cognitivas, incluida la concentración, ya que el cerebro no tiene suficiente tiempo para recuperarse y procesar la información de manera efectiva.
Los síntomas de la ansiedad pueden ser físicos y emocionales, abriendo un abanico que va desde dificultades para concentrarse o irritabilidad, hasta una alta inseguridad, baja autoestima o dependencia emocional.
Entender los mecanismos concretos de la ansiedad, te puede ayudar a pensar sobre tu propio malestar y plantearte de qué forma puedes trabajar para reducir los síntomas de la ansiedad que estás experimentando.
¡Pasa a la acción!
Revisa los síntomas que has leído y, a partir de ellos, haz una lista con una descripción de tus propios síntomas. Por ejemplo, si uno de los síntomas de la ansiedad es la preocupación excesiva: ¿Cuáles son tus pensamientos que se relacionan con tu preocupación? Pensar sobre tu propia situación, forma de pensar y sentir, puede ayudarte a identificar qué te sucede para trabajar en ello
